¿Qué hemos de tener en cuenta a la hora de cuidar la higiene bucal de los niños?
Debemos cuidar de la higiene bucal los niños desde que son apenas unos bebés hasta que cumpla entre 7 y 8 años. Podemos enseñarles hábitos saludables porque es uno de los mejores regalos en la vida que podemos hacerles.
Y es que, al interactuar con ellos podemos cambiar sus vidas y hacer que estas sean lo mejor posibles. Incluso, desde el embarazo estaremos ayudando a la salud del futuro bebé simplemente manteniendo pequeños hábitos saludables.
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Consejos básicos para la higiene bucal de los niños
- El niño siempre imita lo que ve en su entorno. Ten buenos hábitos de higiene oral para que aprenda a imitarte.
- Las bacterias de las caries se transmiten por la saliva. Hay que evitar compartir cubiertos y no introducir su chupete en tu boca.
- Es importante que beba agua durante todo el día, especialmente entre las comidas.
- Ofrecer una dieta equilibrada y sana a diario, evitando la ingesta de productos azucarados.
- Deben cepillarse los dientes a diario y con tu supervisión. Procura elegir una pasta dental adecuada para su edad, según la cantidad de flúor que tenga.
Errores que se suelen cometer
- Caramelos y chuches: es importante no asociar recompensas con chuches. Hay que evitarlas al máximo y si se dan, lo ideal es después de las comidas. Aun así, deben lavarse los dientes inmediatamente.
- No dar importancia a los dientes de leche: los dientes de leche también sufren de caries y estas pueden llegar al nervio, con el consiguiente dolor y posible lesión del diente permanente que va a erupcionar. Con los tratamientos dentales, todo esto se soluciona, pero lo ideal es ser preventivos y evitar que las caries aparezcan.
- Dejar que se cepillen los dientes ellos solos: aprender a cepillarse bien requiere su tiempo y eso lo consiguen aproximadamente sobre los 7 u 8 años. Por eso es importante que supervisemos el cepillado desde el principio hasta asegurarnos de que lo hacen correctamente.
- Tardar en llevarlo al dentista: generalmente los padres llevan los niños a partir de los 3 años. Sin embargo, la primera visita no debería exceder del primer año. Para cuidar de la higiene bucal de los niños, es importante que reciban nociones nociones, controlar la dieta y prescribir la pasta dental más conveniente para cada paciente. En la visita al dentista se aplica flúor en forma de barniz o gel, según la edad del paciente y así, realizar tratamientos preventivos y evitar o retrasar que aparezca la caries.
- No usar flúor: está demostrado que el flúor previene la caries. Por eso, se debe usar pasta fluorada desde el principio. Hasta los 3 años el tamaño es un grano de arroz y de los 3 a los 6 años del tamaño de un guisante.
Cómo conseguir que se laven los dientes cuando no quieren
Hay muchos niños que no se dejan lavar los dientes y ya sabemos lo importante que es para su salud. Existen algunos trucos para que se dejen y vayan adquiriendo el hábito para cuando puedan hacerlo solitos. Es importante que les ayudemos y que se establezcan hábitos tempranos para que tengan una boca más sana.
- Que se miren al espejo: se puede comprar un espejo de mano grande de sobremesa para que el niño se vea mientras nosotros le guiamos su mano con el cepillo.
- Contar cuentos o cantar una canción: comprar cuentos con historias en las que se limpien los dientes (a través de los personajes podemos motivar a que se cepillen).
- Establecer un sistema de recompensa o premio cuando consigamos que se cepillen los dientes, pero nunca debemos acudir a las golosinas.
- Hacer que el cepillado sea como un juego: inventarse un juego usando la imaginación y según los gustos de cada niño.
Qué pasta es la más adecuada
Existen muchas pastas de dientes en el mercado y cada una es adecuada para una edad del niño, dependiendo de la cantidad de flúor que contienen:
- De 0 a 3 años: pasta de dientes con 1000 ppm con el tamaño de un grano de arroz.
- De 3 a 6 años: pasta de dientes entre 1000 y 1450 ppm con el tamaño de un guisante.
- A partir de los 6 años: pasta de dientes con más de 1450 ppm y que se pongan una cantidad que ocupe un tercio del cabezal del cepillo.
Si queremos conseguir que el flúor tenga efecto sobre los dientes y los consiga remineralizar, deben cepillarse los dientes al menos 2 veces al día y tras las comidas. Como ya hemos visto, el cepillado de los dientes es sinónimo de salud oral. Por ello, tengo que recalcar que es un hábito necesario, saludable y no negociable.
Cómo limpiar los dientes de un bebé
Hasta que aparecen los dientes de leche, se usa una gasa humedecida y se frota suavemente la encía, arrastrando y eliminando los restos de leche que puedan quedar dentro de la boca. También, se debe limpiar el paladar, la lengua y las mejillas por dentro.
Una vez van apareciendo los dientes y la alimentación pasa a ser semisólida y solida se deben usar:
- Gomas siliconadas con forma de dedito.
- Cepillos dentales pediátricos que tienen el cabezal muy pequeño, las cerdas son muy suaves y un mango blando y flexible para poder manejarlo bien y no hacer daño al bebé.
Como el bebé no se puede enjuagar el cepillo se puede usar solo con agua e ir limpiándolo para eliminar los restos de placa bacteriana y, posteriormente, añadir pasta dentífrica en pequeña cantidad para que no se la trague. El tamaño de la pasta debe ser del tamaño de un granito de arroz y hemos de frotar suavemente los dientecitos.
Caries de biberón
Las caries de biberón se producen porque existe una exposición prolongada de los dientes del bebé a líquidos azucarados. Estos líquidos varían entre leche, cereales, zumos, miel, pero también afecta el hecho de endulzar el chupete con miel o similares. Además, los bebés que se duermen con el biberón presentan un elevado riesgo de presentar las caries de biberón.
Consejos básicos para prevenir las caries de biberón
- No dejar al bebé con el biberón en la boca toda la noche.
- Disminuir al máximo bebidas azucaradas como los zumos y evitar añadir azúcar a la leche.
- Limpiar bien las encías con una gasita humedecida en agua o suero fisiológico después de cada toma, ya sea mediante lactancia materna o con biberón.
- Cepillar los dientes desde su aparición en la boca.
- Hasta los 3 años se aconseja utilizar una cantidad de pasta fluorada del tamaño de un granito de arroz.
La primera visita al odontopediatra debería ser al primer año de vida para implementar cuanto antes unas medidas higiénicas y dietéticas con la filosofía de la prevención. Esa primera visita ayuda a promover la colaboración del niño en el gabinete dental. Así, se evitan los miedos y lloros para que, poco a poco, los niños van al dentista más felices y tranquilos.
En Badia Clínica Dental somos especialistas en niños desde el año 1998 y promovemos la prevención como pilar básico para una buena salud dental.
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