Canino retenido

Los caninos incluidos en el hueso son piezas que no han llegado a erupcionar.

Os vamos a explicar de forma detallada de los caninos incluidos en el hueso, una patología muy frecuente.

Se trata de la presencia de colmillos o caninos dentro del hueso y que no han erupcionado. También detallaremos qué tratamiento realizamos para solucionarlo.

Los dientes retenidos o incluidos con más frecuencia son las muelas de juicio o cordales, pero en este artículo os vamos a centrarnos en los caninos. Las consecuencias de un canino incluido pueden ser graves por eso, es muy importante el diagnóstico precoz.

Causas de los caninos retenidos

Cuando un paciente adulto se da cuenta de que todavía tiene el diente de leche en boca suele ser de una manera casual, cuando va al dentista por otro motivo o cuando se cae el diente de leche.

El canino maxilar erupciona habitualmente a los 11 años, pero hay ocasiones en las que esto no ocurre y la pieza permanece en boca. Las causas de que se produzca son:

  • Traumatismos en la infancia.
  • Falta de espacio en el maxilar.
  • Maloclusiones dentales como la mordida cruzada esquelética lateral.
  • Genética.
  • Caries en dentición de leche sin tratar con pérdida de espacio.

Los caninos tienen un papel muy importante en la boca, tanto estético como funcional. Tengamos en cuenta que, es un diente que soporta mucha fuerza y es vital para el correcto equilibrio oclusal.

Consecuencias

Las consecuencias pueden ser muchas y algunas de ellas llevan a ser graves. Las principales son:

  • Problema estético: ya que el diente de leche es más pequeño y de distinto color.
  • Reabsorción de las raíces de los dientes adyacentes, sobre todo del incisivo central y lateral, con la posibilidad de que esos dientes se puedan perder.
  • Apiñamiento.
  • Aparición de quistes o tumores.
  • Molestias crónicas en la boca, como una sensación de presión.
  • Desplazamientos de otros dientes.
  • Daños en el resto de estructuras anatómicas: senos maxilares, raíces de otros dientes, nervios…

Por cada una de estas razones, es recomendable realizar visitas al dentista con regularidad y así, comprobar que todos los dientes erupcionan a la edad adecuada.

Tratamientos

Antes de decidir cuál es el tratamiento más adecuado , lo más importante es realizar un diagnóstico correcto. Con una ortopantomografía y un TAC intraoral se precisa la posición del canino dentro del hueso y qué estructuras puede estar lesionando.

Dependiendo de la edad del paciente el tratamiento puede ser distinto, aunque en la mayoría de los casos clínicos, lo ideal es colocar ese diente en su sitio.

Opciones

  1. Vigilar la erupción o movilidad del canino: este tratamiento se hace en pacientes adultos que no se quieran realizar la ortodoncia de reposicionamiento.
  2. Extracción del canino incluido: posteriormente hay que reposicionar el diente perdido con un implante u otro sistema, según cada caso estudiado de manera individual.
  3. Recolocar el canino combinando un tratamiento de cirugía y de ortodoncia: este es el tratamiento de elección sobre todo en pacientes adolescentes.

Canino retenido

Como ya hemos comentado esta es la mejor opción porque conseguimos llevar a su sitio ese canino que está dentro del hueso y no hay mejor pieza que nuestro propio diente.

Para ejecutar este tratamiento se realiza primero una cirugía que se fenestración del canino, la cual realizará el cirujano haciendo una incisión en el paladar donde se encuentra el canino retenido para que, después el ortodoncista coloca un bracket. Es una cirugía sencilla que se realiza en la misma consulta.

Tras esto, es el ortodoncista quien se encarga de ir ¨tirando o traccionando¨ suavemente de ese diente, hasta que lo lleva a su posición correcta dentro de la boca. El tratamiento es combinado con una pequeña cirugía y un tratamiento de ortodoncia.

Prevención

La recomendación que damos a nuestros pacientes es, siempre prevenir los problemas antes de que aparezcan. En este caso, lo ideal es mantener la dentición decidua, mixta y permanente lo más sana posible y esto implica:

  • Mantener libre de caries y de enfermedad de las encías.
  • Realizar revisiones cada 6 meses en los niños.
  • Hacer la radiografía que el odontólogo nos prescriba cuando sea necesario.

En Badia Clínica Dental hemos realizado muchos tratamientos con éxito, y la satisfacción para el paciente es mucha. Tener tu propio diente en lugar de cualquier tipo de prótesis garantiza a largo plazo menos problemas.

Si necesitas más información, consúltanos. Resolveremos todas tus dudas.