Muchas personas que lo padecen sufren síntomas compartidos con otras patologías.
El SIBO se refiere a un crecimiento de bacterias excesivo en el intestino delgado.
En este nuevo artículo vamos a hablar sobre una patología que, en estos últimos meses, se ha puesto de moda en las consultas de los digestivos y de los nutricionistas. Además, hay información sobre ella en todos los medios de comunicación y en las redes sociales. Se trata del SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth)
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Qué es el SIBO
El nombre en inglés ya nos da una pista: hablamos de un crecimiento de bacterias excesivo en el intestino delgado. Estaríamos hablando de una disbiosis. Es decir, de un desequilibrio en la microbiota intestinal.
Lo que caracteriza al SIBO, frente a otros tipos de disbiosis, es que este crecimiento anómalo se da en el intestino delgado, una zona cuya misión es la digestión y absorción de nutrientes y que debería estar al menos limpia de estos microorganismos.
El sobrecrecimiento se produce cuando bacterias del colon se desplazan al interior del intestino delgado.
En condiciones normales tenemos varios trillones de bacterias en el intestino. La mayoría están en el intestino grueso o el colon y, solo unas pocas en el intestino delgado. El sobrecrecimiento bacteriano se produce cuando las bacterias que viven en el colon, crecen hacia una zona donde no deberían estar, lo que provoca distintos síntomas.
Cómo se sospecha
La mayoría de las personas que padecen este síndrome han ido a varios médicos especialistas con un cuadro médico tan difuso y común a otros trastornos que, a menos que el especialista haya oído hablar de esta patología y piense en ella, el diagnostico no llegará nunca.
Para diagnosticar el SIBO lo más importante es sospecharlo. Es una patología poco conocida y diagnosticada y las investigaciones son constantes y ha permitido identificar una algunas de las causas por las que comienza a haber un exceso de bacterias.
Una causa sería la disminución del PH del estómago por un consumo continuado de antiácidos.
Se empieza a pensar que el SIBO es una llamada de alerta del organismo que, interactúa con la microbiota para intentar solucionar otro problema subyacente.
Síntomas del SIBO
Los síntomas del SIBO pueden variar en severidad y presentación. En la mayoría de los casos se superponen con otras condiciones gastrointestinales.
Los síntomas más comunes son:
- Dolor abdominal: es uno de los síntomas más prominentes del SIBO. Puede variar desde molestias leves hasta dolor agudo y cólicos.
- Hinchazón y distensión abdominal: muchas personas que sufren SIBO refieren hinchazón y distensión abdominal debido a la producción excesiva de gas por parte de las bacterias en el intestino delgado.
- Flatulencia: la acumulación de gas en el intestino delgado puede llevar a la liberación excesiva de gases, causando flatulencia frecuente.
- Diarrea: algunas personas con el síndrome de SIBO experimentan diarrea, que puede ser acuosa y explosiva. Otros pueden alternar entre diarrea y estreñimiento.
- Mala absorción de nutrientes: el SIBO puede interferir con la absorción adecuada de nutrientes lo que, puede llevar a deficiencias nutricionales y pérdida de peso no deseada.
- Fatiga y debilidad: la mala absorción de nutrientes puede provocar fatiga, debilidad y falta de energía.
- Náuseas y vómitos: algunas personas pueden experimentar náuseas y vómitos ocasionalmente debido a la alteración de la función intestinal.
- Cambios en los hábitos intestinales: los patrones intestinales irregulares, como la alternancia entre diarrea y estreñimiento son comunes en el SIBO.
Cómo se manifiesta el SIBO en la cavidad oral
Debido a que el SIBO produce mala absorción de nutrientes, vómitos y diarreas en la cavidad oral aparecen multitud de patologías secundarias a estas deficiencias.
Las lesiones más frecuentes son:
- Lengua:
- Aftas bucales.
- Pústulas.
- Ampollas o vesículas.
- Lengua saburral.
- Lengua descamada.
- Glositis migratoria benigna.
- Lengua seca.
- Alteraciones en las papilas gustativas.
- Labios:
- Queilitis o boqueras.
- SDR. de ardor bucal o glosodinia.
- Alteración del sentido del gusto: sobre todo sabor metálico en la boca.
- Halitosis: mal aliento provocado por la eliminación de los gases de metano que se producen en el intestino delgado.
- Caries más frecuentes.
- Mayor riesgo de periodontitis.
Qué hace empeorar el SIBO
El estrés, la ansiedad, la falta de descanso y la inactividad física son factores de riesgo que actúan como amplificadores de los síntomas digestivos del SIBO.
No son la causa, pero si pueden provocar que el paciente se sienta mucho más vulnerable y sensible y puede hacer que sus síntomas sean más intensos o le afecten mucho más.
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