Hábitos perjudiciales

Todos tenemos hábitos perjudiciales que pueden provocar daños en la boca.

Son malas prácticas que se realizan de manera involuntaria y que, si se prolongan en el tiempo pueden provocar daños como:

  • Fracturas y astillamiento de los dientes
  • Sensibilidad dental
  • Caries
  • Retracción de las encías
  • Desgaste oclusal de los dientes
  • Lesiones de la articulación temporomandibular

Hábitos que nos afectan

Tomar golosinas azucaradas o alimentos con un exceso de azúcar

De todos es conocido que el azúcar provoca caries. Un ejemplo son los alimentos muy pegajosos como las gominolas ya que, se quedan pegadas en la superficie de los dientes por mucho tiempo. El azúcar se descompone en ácidos que son los que directamente destruyen los dientes.

Abusar de refrescos azucarados

Está demostrado que el consumo habitual de refrescos carbonatados provoca erosión del esmalte. Muchos de estos refrescos tienen hasta 11 cucharaditas de azúcar por ración. Cuando se sustituyen por bebidas que son “bajas en azucares”, podemos encontrarnos con una cantidad mayor de ácido en forma de edulcorantes. Por eso, hay que evitar en la medida de lo posible el consumo excesivo de estas bebidas. Así, conseguiremos fortalecer el esmalte y proteger los dientes de las bacterias de la boca.

Usar palillos de dientes

Muchas personas siguen usando los palillos tradicionales de madera para eliminar los restos de alimentos que se quedan entre los dientes. Con esta costumbre de hurgar en la encía, ésta puede dañarse e incluso llegar a infectarse. Por eso, es recomendable utilizar la seda dental y los cepillos interproximales, pues no lesionan ni los dientes ni las encías.

Tabaco

Los cigarrillos o los productos derivados del tabaco son dañinos tanto para los dientes como para las encías. Concretamente, el tabaco puede provocar mal aliento, boca seca, caries, periodontitis e incluso cáncer oral.

Chuparse los dedos o el pulgar

Es un hábito muy común en los bebés y en los niños hasta dos años y medio. Pasada esta edad, si se prolonga esta costumbre puede originarse una maloclusión dental como la mordida abierta anterior. Si tu hijo tiene este problema, es conveniente que consultes con un odontopediatra para que te aconseje la mejor forma de tratarlo.

Cepillarse los dientes con demasiada fuerza

El cepillado debe realizarse de manera suave con un cepillo de cerdas suaves. Si se utilizan de mayor dureza, pueden lesionarse las encías provocando una retracción irreversible. El objetivo es limpiar los dientes no realizar una exfoliación.

Apretar o rechinar los dientes

El acto de rechinar o apretar los dientes se llama bruxismo. Las consecuencias son dientes desgastados, dolor muscular o movilidad de la mandíbula restringida. Para controlar el bruxismo se recomienda realizar ejercicios de relajación y usar una férula de descarga para dormir y tratar de ser más consciente de cuando comienza a apretar o rechinar.

El bruxismo es un hábito inconsciente y que normalmente está causado por estrés, ansiedad o trastornos del sueño.

Morderse las uñas

El hábito de morderse las uñas se denomina onicofagia. La presión continua de los dientes puede provocar una disfunción en la mandíbula. Los dientes pueden astillarse y que la mandíbula se encuentre en posición avanzada durante más tiempo.

Masticar hielo

¿Verdad que a veces de manera distraída, después de beber una bebida refrescante mordemos los cubitos de hielo restantes? Si no queremos rompernos un diente o un empaste, hemos de poner fin a ese hábito. Comer regularmente cubitos de hielo puede irritar el nervio que hay dentro de los dientes y provocar fuertes dolores. Así mismo, la ingesta de alimentos fríos o calientes pueden producir dolores agudos o muy fuertes y aumentar la sensibilidad dental en toda la boca.

Evitar ir al dentista

Si tenemos algunos de estos hábitos y además no realizamos una visita anual a nuestro dentista de manera preventiva. No hay que olvidar ir al dentista con regularidad.

RECUERDA: Si llevas posponiendo mucho tiempo tu cita con el dentista, no la demores más.

En Badia Clínica Dental estaremos encantados de poder ayudarte y resolver todas tus dudas.